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El PIB del 2021 ascendió a US$28.736,9 millones, un incremento de US$4.173,9 millones respecto al 2020. En el cuarto trimestre de 2021, la economía salvadoreña sólo creció 3,54%.

 

“En 2021, las 19 actividades que conforman la economía salvadoreña crecieron, siendo las que más aportaron al crecimiento económico: restaurantes y hoteles, transporte y almacenamiento, salud, industria manufacturera y comercio”, dijo el presidente del BCR, Douglas Rodríguez. “Se registró un aumento de la producción en las 19 ramas de actividad económica, siendo las que más aportaron a la tasa de crecimiento de la economía salvadoreña: restaurantes y hoteles (36.5%), transporte y almacenamiento (17.0%), actividades de salud humana y de asistencia social (16.7%), industrias manufactureras (12.2%) y comercio y reparación de vehículos (9.7%)”, dijo el BCR.

El Banco Central también subrayó que los distintos ingresos contabilizados dentro del PIB presentaron los siguientes incrementos: las remuneraciones de asalariados crecieron 10%, el ingreso de trabajadores por cuenta propia (ingreso mixto) aumentó 16.2%, las ganancias de las empresas un 19,7% y los impuestos netos de subvenciones reportaron un alza de 35.4%.

Manuel Antonio Zuleta Morataya y Pedro Argumedo Matamoros, economistas de FUSADES, subrayan: Las remesas y las exportaciones, ambos factores externos, son los principales dinamizadores de la economía y experimentaron hubo un efecto rebote, de manera que el pico de crecimiento se logró a mediados de 2021, pero posteriormente se han desacelerado.

De acuerdo con las proyecciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) del Artículo IV de enero de 2022, el PIB nominal pasó de US$24,639 millones en 2020 a US$27,916 millones en 2021; es decir, un crecimiento de 13.3%, equivalente a US$3,276 millones. Este incremento provino principalmente de la fuerte expansión de las fuentes externas de la economía: las exportaciones de bienes y las remesas.

El FMI pronostica para 2022 un crecimiento más moderado del PIB, 3.2%, versus el 10% de 2021, el cual seguirá siendo impulsado por las exportaciones de bienes que representarán el 18.6% del PIB, levemente mayor que el año anterior, 18.4%, y las transferencias netas (remesas) que alcanzarán 26.5% del PIB, comparado con el 26.1% de 2021.

El déficit de la balanza comercial alcanzó US$8,447 millones en 2021 (61.8%), siendo el más alto en los últimos años, impulsado por el f lujo de remesas. El déficit de la balanza aumentó marginalmente en US$3,227 millones en 2021; una parte se explica por el efecto de las remesas que se expandieron adicionalmente en US$1,587 millones (26.8%), las cuales una proporción se convierte en consumo importado; también fueron influidas por las exportaciones de bienes que ascendieron a US$6,628.8 millones, aumentando en US$1,600.4 millones, registrando una tasa de crecimiento de 31.8%, respecto a igual período de 2020, superando los niveles de 2019, como se ilustra en el cuadro 1.

El resultado de 2021 fue producto de los incrementos en las exportaciones de bienes no tradicionales con US$1,209.5 millones; la maquila con US$362.7 millones; por su parte, las tradicionales aumentaron US$28.2 millones, en buena medida debido a las exportaciones de café y azúcar.

Las remesas familiares ascendieron a US$7,517.1 millones en 2021, registrando un crecimiento de US$1,587.2 millones (26.8%), representando 5.7% del PIB. Esta expansión favoreció directamente los hogares receptores de remesas, estimulando el consumo que incide en actividades económicas, como el comercio, vivienda y servicios, publicó FUSADES.

Para el Banco Central salvadoreño, los factores que marcarán el crecimiento de este año son: “La mayor cobertura de la población salvadoreña vacunada contra el COVID-19, el impulso a la inversión pública por parte del Gobierno para el desarrollo de infraestructura, la continuidad de diversos proyectos de inversión privada que iniciaron su ejecución en 2021 y los nuevos proyectos que comenzarán a desarrollarse en este año”.

El BCR reconoció un freno que podría ocurrir desde: “la ralentización del crecimiento económico de los principales socios comerciales, el aumento de los precios de las materias primas y bienes finales debido a las tensiones geopolíticas y a la interrupción de la cadena de suministros, además del aumento de las tasas de interés por el endurecimiento de la política monetaria de Estados Unidos”.

Para FUSADES, la Guerra en Ucrania presionará el crecimiento a la baja. De acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el “conflicto perjudicará el crecimiento y elevará los precios”, esto se manifestará a través de tres canales: i) los precios de los alimentos y combustibles incrementarán la inflación, erosionando la demanda real y el crecimiento; ii) los países cercanos enfrentarán problemas en el comercio, cadenas de suministro, remesas y olas de refugiados; de acuerdo con J.P. Morgan, la Zona del Euro decrecerá a 3.2% de 4.6% en 2022, Europa Emergente caerá a 0.1% de 3.7% y Rusia se contraerá en –7% y con alto riesgo de caer en default; iii) el deterioro de la confianza empresarial e incertidumbre de inversionistas estimulará la salida de capitales de economías emergentes.

En términos macro, Rusia no es uno de los principales socios comerciales de El Salvador; pero los sectores involucrados en el comercio podrían enfrentar dificultades como lo son los exportadores de café, industria de papel y madera, informó FUSADES.

Fuente: Revista Estrategia & Negocios

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